El síndrome orellánico es una intoxicación que se produce por la ingesta de diversas especies del género Cortinarius. Todas ellas tienen en común una coloración en tonos rojizos o canelas (C. orellanus, C. orellanoides, C. speciosissimus y C. splendens).

Estos hongos poseen orellanina, toxina de efectos devastadores. No existen antídotos. El tratamiento es sintomático y suele imponer la diálisis.

El periodo de incubación del síndrome orellánico es muy largo, lo que hace el diagnóstico difícil, ya que a veces el enfermo no establece la relación entre sus molestias y el consumo de las setas. Los síntomas aparecen entre los 3 y los 17 días a través de cuadros de sed intensa. Poco a poco evoluciona hacia una grave insuficiencia renal, en algún caso irreversible, que puede causar la muerte o una destrucción tal del riñón que supondrá la dependencia definitiva de un “riñón artificial”. Este síndrome se detectó en Polonia tras la muerte en 1.952  de más de cien personas por la ingestión de C. orellanus.