- Los hongos no son independientes del entorno ecológico donde se desarrollan. Buscan su alimento formando parte de una cadena compuesta junto con otros seres vivos.
– Hongos saprófitos: Se alimentan de materia orgánica muerta o en descomposición. Los productos resultantes se asimilan fácilmente por las plantas. Estos hongos, “barrenderos del bosque”, son abundantes y muy beneficiosos.
– Hongos parásitos: Viven a costa de otros seres vivos, y les provocan enfermedades, incluso la muerte. La parte positiva es que contribuyen a sanear los bosques eliminando los árboles más viejos o débiles.
– Hongos simbióticos: Se asocian, en mutuo beneficio, con plantas superiores a través de la unión íntima del micelio y las raíces, formando micorrizas. Está comprobado que su presencia mejora notablemente el desarrollo de los bosques.