Consisten en reacciones nocivas que se presentan en determinadas personas ante la ingestión, contacto o inhalación de determinados productos que no están contaminados ni tampoco tienen principios tóxicos. Desde esta perspectiva existen numerosas alergias a distintas setas.
Setas comestibles de gran calidad como Boletus edulis o Calocybe gambosa pueden generar alergias en distintas personas. La prudencia y la moderación son palabras claves en el consumo de hongos silvestres.
Los síntomas más habituales son náuseas, vómitos, diarreas y erupciones cutáneas. Dos de las setas que más episodios de alergia han producido son Clitocybe nebularis y Macrolepiota rhacodes ( Macrolepiota rhacodes var. hortensis).
A destacar también, aunque en sí no son alergias, las intoxicaciones que se deben a la acumulación en los hongos de productos tóxicos, como los metales pesados, plomo en carreteras, y otros contaminantes cerca de algunas industrias. Como norma, evitar recolectar ejemplares en estos entornos.