El síndrome giromítrico es provocado principalmente por la ingestión de las especies Gyromitra esculenta y Gyromitra giga, que contienen una toxina llamada giromitrina. Tiene un periodo de latencia de entre 6 y 12 horas.
Los síntomas consisten en dolores abdominales con náusea, vómitos y diarreas acompañados de vértigos y cefalea severa. En los casos más graves puede darse hemólisis y fallo renal, hepatitis, convulsiones, coma y muerte. No obstante, la toxicidad se limita usualmente a los síntomas iniciales y se resuelve en un plazo de 2 a 6 días.
La toxina de este hongo es termolábil. Hay países donde es habitual su consumo. Se ha demostrado su potencialidad cancerígena.