El síndrome coprínico es una manifestación particular que está ligada al consumo de bebidas alcohólicas y determinadas especies de Coprinus (C. atramentarius, C. micaceus) o del Clitocybe clavipes.
Los síntomas que aparecen a los 15 o 30 minutos consisten en un fuerte rubor facial producido por una intensa vasodilatación, náuseas, vómitos, sudoración, gusto metálico, taquicardia y malestar intenso. Son posteriores a la toma de alcohol, incluso cuatro días después, y se mantienen durante 24 horas. Normalmente el síndrome coprínico no es grave aunque puede serlo en el caso de personas con debilidad cardíaca. La toxina provocadora es la coprinina.